BRASIL.- La presidente brasileña, Dilma Rousseff, será probablemente
suspendida de su cargo este mismo miércoles, cuando el Senado apruebe un
juicio de destitución en su contra.
Se espera que la votación tenga lugar en la noche del miércoles o madrugada del jueves.
Según un sondeo realizado por el diario O Estado de Sao Paulo
al menos 50 de los 81 senadores piensan aprobar el inicio del juicio
político. Sin embargo, no está claro si estos senadores también van a
votar a favor de condenarla.
De ser aprobado el juicio, Rousseff sería suspendida durante 180 días y el vicepresidente Michel Temer asumiría el cargo.
“Cualquiera que sea el desenlace de esta crisis, seguiremos firmes.
Ni la presidenta Dilma ni yo tiramos la toalla”, advirtió el líder del
Gobierno en el Senado, José Guimaraes
El procedimiento de ‘impeachment’ contra la primera mujer presidenta
de Brasil, de 68 años, se basa en acusaciones de que pidió préstamos a
bancos estatales para ocultar déficit presupuestarios en 2014 y 2015.
Rousseff afirma que es víctima de un “golpe parlamentario”, que la
falta no merece su destitución y que esta estrategia contable fue
utilizada anteriormente por varios gobiernos que hoy están en la
oposición.
Pero en los hechos el apoyo al ‘impeachment’ es alimentado por una
fuerte desilusión de los brasileños en medio de una profunda recesión
económica y revelaciones de una gigantesca red de corrupción liderada
sobre todo por políticos del partido en el gobierno, sus aliados y
grandes empresarios que se pusieron de acuerdo para robar a la estatal
Petrobras.
miércoles, 11 de mayo de 2016
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