Juan Gabriel, el artista más cantado de México, murió de un ataque al
corazón la mañana del domingo 28 de agosto en su casa de Santa Ana,
California.
El cuerpo permaneció casi todo el día en el lugar, hasta que fue trasladado a la morgue de Los Ángeles.
Al principio se informó que el cantante permanecería varios días en
el sitio, mientras se realizaban los trámites legales necesarios para un
eventual traslado a México.
Pero repentinamente la tarde del lunes 29 una carroza y dos camionetas negras se enfilaron al aeropuerto.
Medios estadunidenses dijeron que en el cortejo viajaba el cuerpo del
cantante. En México se preparó incluso una recepción en el aeropuerto
de Toluca, cerca de la capital del país.
Pero Juan Gabriel no llegó. A lo largo del martes hubo varias versiones sobre el destino del artista.
Los alcaldes de Ciudad Juárez y Parácuaro (Michoacán), donde nació,
reclamaron que el cantante descansara en sus municipios. Y el alcalde
de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, ordenó también un homenaje
especial en la plaza central de la capital.
Pero ninguna de las ceremonias está confirmada. Si la familia acepta
la ceremonia en el Palacio de Bellas Artes sería igual al que se realizó
al escritor colombiano Gabriel García Márquez, dijo el vocero el INBA.
Es decir, las cenizas reposarían en el vestíbulo del recinto y se
permitiría la entrada al público para que le rindan homenaje.
No está claro el tiempo que duraría la ceremonia. “Depende de la familia”, dijo el vocero.
miércoles, 31 de agosto de 2016
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